El Reposo

Ya se sabe, una vez que se mueve el ómnibus o el tren, todo lo que está dentro toma una quietud, un reposo y aparece la inercia, luego lo inercial es reposo, y la inercia se opone al movimiento, es un estado que “no quiere” cambiar; pero también, como ya hemos visto, por ejemplo el movimiento de un trompo “no quiere” cambiar y su inicio fue una fuerza al lanzarlo con el cordel, entonces ¿se puede considerar el movimiento curvo también reposo? Algo existe, es el reposo, la inercia, lo que se puede decir es el éter, las dimensiones, el mundo; interviene una fuerza y hace el movimiento, la vida, interviene una fuerza (que hace una voluntad) en lo quieto, en la materia.

Ya vimos, si consideramos que un tren en movimiento rectilíneo y uniforme es reposo, y la gente que está afuera, en la calle, parada, se mueven junto con las casas, se puede decir que el que está en el tren está en reposo, pensando, luego el reposo es uno mismo. Así también se puede considerar que si uno mismo es reposo, es el centro del universo.

Como estamos viendo, reposo, inercia, éter, dimensiones, el mundo, las coordenadas, coexisten, podemos decir son lo mismo, y sólo diferencia respecto otros puntos de vista. También estamos viendo que el centro del universo es estos entes, porque lo que se mueve es alrededor o respecto ese centro, igual que los planetas se mueven alrededor del Sol. Y uno mismo, el alma, es pues el centro de la Existencia: me encuentro en la calle y camino mirando la Luna, y conforme camino la Luna me acompaña a la vista; me paro y ella se para, algo así como que yo mando a la Luna y ella me obedece. Soy pues por tanto el centro del universo. Lo más grande manda junto conmigo.