¿Cómo puede venir el goce, el placer? Todo tiene su razón, su causa: un hombre por ejemplo, está con bastante hambre porque no tenía dinero para comprar comida, entonces sintiendo ese dolor de hambre, quería comer, y de casualidad se encontró en el suelo plata, se alegró e inmediatamente fue a comer, gozaba bastante, aunque al comer un simple pan sentía placer, cualquier comida para él era manjar; en cambio a uno ya hartado de comer, ni un manjar le es apetitoso. Es que como explico en mi libro anterior, tiene que existir el dolor para que haya placer. Sin hambre ¿cómo va a gozar comiendo? Uno está con gran frío caminando en la calle de noche, llega a su casa, entra a su habitación y siente gran alivio, goza con el calor del cuarto. ¿Es pues necesario que haya dolor para que venga el bien? El bien hace el goce, la felicidad; empero como primero tiene que haber dolor para el placer, primero existe el mal para el bien, luego ¿no hay bien sin haber el mal? ¿Es necesario el mal para que haya el bien? Si no hay mal no hay vida, porque no hay tensión o querer. La vida es apartarse del mal, del dolor:
Esa tensión o querer es el amor; por eso dice en la Biblia: “Si no haces el bien con amor, de nada te vale”. Si se hace bien por interés, no es por amor sino por egoísmo. Ahí está el mérito, si las comida, las cosas que nos hacen gozar estarían botadas para recogerlas y gozar, no habría mérito para ello, por eso existe el trabajo que hace el mérito: un hombre quiere conquistar una montaña y sube con esfuerzo y cansancio, y logra su propósito, triunfa y goza. El mérito pues está en su esfuerzo, por eso existe en el deporte el mérito; ahora, si el hombre sube esa montaña con una inyección de droga, no hace esfuerzo y entonces no hay mérito y su placer de llegar a la cumbre es casi nulo, porque no hay mérito.
Dios nos puso el mundo para conquistarlo con mérito, no como un regalo de cumpleaños. (¿Qué mérito tiene uno de cumplir años? Es sólo un recuerdo que se hace por su existencia, luego porque le queremos. Sólo así el regalo que se recibe no es casi lo que hace gozar, su valor material, sería algo de egoísmo, es el amor que le profesa el que le dio, pero es necesario, parte del mérito es de amor).
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