Método para conocer

Pensemos: para hallar la verdad o la razón de una cosa, primero se busca el por qué, y también para hallar su objeto se busca el para qué. Así vamos conociendo sobre la Existencia, luego pues nos preguntamos, por ejemplo, por qué es la manifestación, o sea ¿aparece el espacio sólo al aparecer la materia? Y pensemos que la materia es entonces no manifestación sino realidad; empero, según el cuadro de la Existencia, es manifestación, luego pues esto nos conduce a pensar que la Existencia es sólo manifestación; es como un sueño, y el sueño no es simplemente realidad, y entonces en esto no existe; y pensemos el para qué, que vimos, es nosotros, el alma.

Ahora, si la materia se reduce, el tiempo se reduce, el espacio se reduce, y también crecen, cambian, todo es relativo, ¿cómo podemos considerar el mundo? Un sueño, inestable, es pues manifestación el mundo, y el mundo es lo que vivimos, la parte de la Existencia que es para nosotros, para el alma, es pues como un sueño. También ¿qué diremos de estos, los sueños, que son vida? ¿Que son mundo y manifestación? Luego lo absoluto, el infinito, sólo existe para el creador.

Conocemos que es relativo el tiempo, el espacio, la materia misma; ahora, no se puede pensar que como vemos que una persona se aleja se achica, las estrellas según la manifestación son chica, entonces, según la manifestación las estrellas son chicas y según la razón son enormes; así podemos considerar conforme la relatividad que al acercarnos a las estrellas (poniendo como referencia uno mismo) estas crecen o sea se agrandan, o también podemos considerar poniendo como referencia a las estrellas, nosotros nos achicamos al acercarnos a ellas. Recordemos que antiguamente se creía según Tolomeo, que el centro del universo era la Tierra y las estrellas chicas; y también según mi libro E.M.d.l.E., el centro del universo puede ser la Tierra y el centro de la Existencia uno mismo.

También pensemos y recordemos que la materia hace el espacio, ¿y qué hace la materia? Ya vimos mucho antes que hace la fuerza, de ahí viene, y la fuerza viene de la voluntad (“En el principio era la Voluntad….” San Juan, cap. 1 de la Biblia), entonces viene del espíritu que es razón y voluntad; la materia es pues hecha y lo que hace es el espíritu porque tiene simplemente voluntad.

Ahora también pensemos si el universo es infinito, la materia sería también infinita ya que esta hace el espacio, y lo que conocemos de la materia sería como nada pues para el infinito, por ejemplo, un millón de millones es como uno, y aún precisamente es como un infinito chico, o sea como cero, luego nada; y pensando bien, no se puede concebir la existencia del infinito, será que el infinito no es para nosotros que somos finitos. Empero, también, si no es infinito el universo habría una pared que lo limita como antes digo. No concebimos pues estas cosas porque nuestra mente es pues finita, y también pensemos en nuestra insignificancia al pensar en la existencia de Dios.

(continuará)

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