EL SACRIFICIO

Hemos visto la ley de la Compensación, tiende todo al equilibrio, entonces pues el sacrificio existe desde muy remotamente, algo así para equilibrar con el sacrificio y venga bien, o sea es necesario, y también por la ley de la Comparación. Y recordando, el blanco más se manifiesta al compararlo con el negro que al comparar con el gris por ejemplo. Un hombre vestido de blanco se ve más negro y viceversa.

“No hay mal que por bien no venga”, se dice; esto es de que si viene un mal es que va a venir un bien, o que si viene un bien va a venir un mal. Y como estamos viendo: ejemplo, “Perú Campeón” y nunca sale campeón, o sueño con excremento viene dinero. Es parece, de una reacción, algo que se opone; y es como la inmunología de la medicina, por eso existe la vacuna: se le pone el mismo microbio de la enfermedad y aparecen lpos anticuerpos, reacciona el organismo, se opone. Igualmente, el hombre que hace ejercicios físicos, se fortalece, levanta un peso y sufre algo (no descansa placenteramente) y así reacciona el organismo y se fortalecen los músculos para no sufrir posteriormente. El hombre que tiene anticuerpos no tiene necesidad de medicinas (antibióticos), el anticuerpo remplaza a la medicina. Ahora, si el hombre vive a base de medicinas, ya el organismo “ve” que no hay necesidad de anticuerpos, la medicina remplaza al anticuerpo, luego el cuerpo no crea anticuerpos y por tanto se debilita, ya no es inmune a las enfermedades, entonces pues la medicina debe ser de acuerdo a una medida, y la medida de acuerdo a cada persona. En el alcoholismo, el hombre crea una especie de “anticuerpo” o defensa a causa de la fuerza de la costumbre, así no puede vivir sin ese “anticuerpo”: el alcohol; si deja de tomar repentinamente, puede morir a causa de la falta de ese “anticuerpo”, luego pues, para quitarse ese vicio tiene que ser poco a poco. El hombre fortalece sus músculos con el ejercicio físico, que es como sacrificio porque hace esfuerzo y sufre algo; igualmente el sacrificio de, por ejemplo, no comer ese día, etc., fortalece el espíritu, ya que en otra vez cuando no hay qué comer por causa de algo, el hombre fortalecido su espíritu no siente mucho la falta de comida; en otros aspectos no siente mucho frío en esas circunstancias: ya conoce el hambre y el frío. Entonces pues en alguna medida es necesario el sacrificio.