Pero si se considera a B en reposo A es quien se mueve. Ahora, si un movimiento rectilíneo y uniforme es reposo, y para un observador en reposo pasa más tiempo que para un observador en movimiento: A se mueve respecto B y B se mueve respecto A, es relativo, luego también para el hombre en movimiento el que se mueve es el que está en reposo, entonces pasa más tiempo para el en movimiento y menos tiempo para el en reposo. Así el astronauta que va al espacio, si se le considera en reposo, la Tierra es quien se aleja del cosmonauta; pero la Tierra tiene mayor masa que la cápsula que va al espacio, luego se considerará reposo a la mayor masa, así el Sol (masa mayor) está en reposo y la Tierra se mueve; empero, si estamos en un ómnibus en movimiento, vemos que las casas y las calles se mueven igual que vemos que el Sol se mueve. En el ómnibus sería que la Tierra se mueve y el ómnibus está en reposo (movimiento rectilíneo y uniforme conforme la ley de la Unidad). Así nosotros estamos en la Tierra y vemos que el Sol se mueve, sentimos que el Sol se mueve, pero sentir pertenece a la manifestación y materia y mundo en el cuadro de la Existencia; empero, como el Sol es más masa que la Tierra entonces nosotros nos movemos con la Tierra y el Sol es fijo, pero sentimos más bien que el Sol se mueve. Pero igualmente el astronauta que va al espacio siente que pasó poco tiempo e igualmente el que se queda en la Tierra siente que pasó más tiempo, luego sólo respecto el sentir los movimientos son relativos; y como el sentir pertenece al hombre, o sea al alma, esto es respecto el alma. Veamos el cuadro de la Existencia:
El cuerpo del hombre está programado sólo para percibir ciertas cosas de la Existencia y el universo: no ve el color ultravioleta, igualmente sólo percibe las tres dimensiones del espacio y el tiempo, y percibe el tiempo de futuro a presente y pasado. Empero, eso es sólo para la manifestación del hombre, en el hombre, y existirán más cosas que al hombre le es imposible mirar. Conocí que los perros adivinan como explico anteriormente, y el niño también, porque la mente del perro y del niño también. De esto a causa de su poca experiencia la naturaleza les ha dotado de un sexto sentido. Había un hombre al que le gustaban los perros y las niñitas, tenía pena por ellos; el hombre trabajaba en un grifo de gasolina, vendiendo esta, y una vez vino un camión y en la tolva de este había un perro pastor alemán y de repente el perro sin conocer al grifero lloraba y quería bajarse del camión e ir donde el vendedor de gasolina, entonces el dueño del perro le dijo al grifero: - ¿Conoce a mi perro?- y este le contestó: -No lo conozco-, luego el hombre del perro le dijo: - ¿Y por qué lo quiere?- Era porque el perro adivinaba que el grifero era bueno con los perros. También otra vez este vendedor de gasolina (cuando ya no era grifero) estaba sentado en un parque con un amigo conversando, y al frente en el parque había otro banco donde estaban unos niños chiquitos con su papé o profesor, y de repente los niñitos, que eran como cinco, se vinieron casi corriendo donde el que fue grifero, y una niñita de unos 3 años le dijo al hombre que él era bueno y le regaló un caramelo. Adivinaron pues estos niñitos que aquel hombre era bueno con los niños, y más adivinó la niñita de 3 años. Existirá pues un sexto sentido en el animal y en el hombre y este no percibe ya que su cuerpo está sólo programado para los 5 sentidos que conocemos. Existirá pues otra dimensión en donde se desplaza la adivinación. Y así como se miran los oídos, los ojos, la nariz, etc. No mirarán estos seres, o sólo ciertos perros y niños que adivinan con ese sentido, así como se ve en la figura. Habría que investigar.
En el sueño el hombre se olvida, por ejemplo, ve otra casa donde vive y cree que así es su casa, su habitación, y en la realidad es diferente, y ve a personas que ya han muerto y las ve vivas y no recuerda que han muerto. Como el sueño viene del subconsciente, es que alguna fuerza bloquea el recuerdo y los premunes salen a la conciencia sin ese recuerdo, como que el hombre se fue al pasado, y hasta uno no es casi uno mismo sino otro, como que su alma se metió en otro cuerpo, como la reencarnación; es pues otro mundo, otro cuerpo:
El cuerpo distorsiona a la realidad, así como no vemos el ultravioleta vemos cosas que no existen en la realidad. La manifestación cambia, y también interviene el ante-consciente: cosas en que se ve el futuro. Recordemos que este mundo es sólo la programación, entonces existen otras cosas más allá del entendimiento del hombre.
Una vez una señora que adivinaba las cartas y le decían “la china santa” porque curaba de los maleficios y luego hacía bien, murió el 9 de setiembre (mes noveno) de 1999 a los 99 años y su nombre era Margarita (nueve letras) Lizárraga (nueve letras); en total nueve nueves, y su nicho es Nº 6543, número correlativo pero al revés, y sumando esos números: 6 + 5 + 4 + 3 dan 18, y 9 + 9 = 18 su nombre. ¿Por qué esa coincidencia? En la revista Selecciones del Reader’s Digest, diciembre 1979, dice un artículo “¿Hay casualidad en las coincidencias?”. En él dice que varias personas de prestigio: Arthur Koestler, el físico y matemático Adrian Dobbs, el psicoterapeuta C.G. Jung, en colaboración con el físico Wolfgang Pauli (premio Nóbel), piensan que existe una fuerza, una razón que hace estas coincidencias, que no es la simple casualidad. Respecto de la muerte y nicho de la señora Margarita Lizárraga, podemos entender que esto de los números nueve no es cosa casual sino tendrá algún sentido, y respecto el número de su nicho 6543 se ve que es ordenado y es al revés, como diciendo que es de otro mundo. Qué sabemos nosotros del más allá, no hagamos caso a nuestra programación sino pensemos, investiguemos: habría pues otras dimensiones no programadas para el hombre.
Como no existe la dimensión del espacio si no existe la materia, esta hace existir el espacio, o sea el espacio es como para existir, luego puede haber otra materia no al alcance de nosotros que haga también existir otra dimensión en nuestro espacio donde están los espíritus de los muertos, y dicen los espiritistas que para comunicar con los espíritus de los muertos es necesario un medio o vehículo para que haya comunicación; y dicen, por ejemplo, se pone un toca casete a funcionar con un casete vacío, y en ese casete se escuchan las voces de los muertos, o también un casete con un leve ruido, por ejemplo de la estática de una radio o el murmullo de un río, etc., y el espíritu aprovecha ese ruido para deformarlo y comunicarse con nosotros; recordemos lo que digo en “La Programación”, de la primera parte de este libro.
Como vimos existe una especie de sexto sentido; un hombre no sabe una cosa por ejemplo busca una herramienta y “sabe” que la herramienta está en un cajón y va a buscarla ahí, y mientras hurga y no encuentra todavía, de repente voltea su cara y va a buscar en otro sitio, y ahí la encuentra, y piensa: “no podía estar en ese sitio y ¿por qué fui a buscar ahí si debía seguir buscando en el cajón de herramientas?” El hombre sin querer fue a ver en otro sitio, no era por tanto su voluntad ni su conciencia ¿qué fuerza hizo que se dirigiera a ese sitio? ¿el inconsciente, el subconsciente, el ante-consciente? Si sería el subconsciente, sería que el hombre lo dejó antes en ese sitio, pero no era así, sino que se cayó en ese sitio u otra persona lo llevó a ese sitio, entonces no era el subconsciente, es otra fuerza y luego otra voluntad, existe pues el ante-consciente y este es respecto el futuro, pero respecto el saber es otro saber, el hombre no sabía que estaba ahí; existe pues otra voluntad que nos guía en estas cosas. Existen otras dimensiones, otras voluntades no programadas en el hombre. Existe otro mundo.
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