La Nada

Sobre esto ya vimos en Lo Superficial y lo Profundo, y en La Razón y la Ley, pero vamos a recordar para afirmar el conocimiento: “Nada vine de la nada y algo viene de algo, y no de algo porque este no tiene ánimo sino de alguien, que tiene ánimo. Todo tiene causa y la causa no es sin fuerza, y esta no es sin voluntad. Ya vimos en el capítulo de La Fe. El hombre con su voluntad hizo el automóvil, el avión, la luz eléctrica, etc., entonces ¿cómo es así, quién hizo el universo? No viene de la nada, ya sabemos, quien hizo las plantas, los animales, el sol, la luna, las estrellas; es pues una voluntad, luego es alguien, es un ser, entonces ese ser solamente puede ser Dios; y así dice en el capítulo primero de San Juan, de la Biblia, recordemos.

Las cosas no pueden venir del hombre, él no es el creador, no creó a Dios, porque el hombre es creado, y lo creado no es lo que crea, porque existe creador y creado, y luego creador no es creado ni creado es creador. Igual que cimiento existe primero y después las paredes, y no primero el techo y después el cimiento, primero es el hace y después lo hecho, primero es las manos y después la obra; empero, lo creado puede hacerse creador de cosas menores que él; así existen el avión, la televisión, etc.; mas lo que era antes que el hombre este no creó sino es lo que se lo creó para él; es pues Dios principio de la Existencia, sin Él nada habría.

En Romanos, capítulo 1º, Vs. 19-20, dice: “Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, porque Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”. Lo que da a comprender que el mundo viene pues de Dios para nosotros.