17. EL CUERPO, EL MEDIO Y LA MÁQUINA

En mi anterior libro hemos visto que el cuerpo humano es una máquina, donde los instintos y hábitos son las fuerzas que lo manejan conducidas por el alma igual que el hombre conduce el automóvil, no sólo el automóvil y demás vehículos son máquinas, también se puede considerar a un hogar, y explico anteriormente que por ejemplo el foquito rojo que se prende en el tablero de instrumentos del carro, indica que falta aceite, o la manecilla que marca la cantidad de gasolina avisa al chofer que le falta o tiene suficiente combustible. Igualmente, al hombre que le da hambre, o sea, estos le anuncian que le falta comida o agua. Así también un hogar necesita igual como el carro aceite, gasolina, etc., y nosotros necesitamos comer, beber, el hogar necesita víveres, ropa, agua y otros utensilios; luego se puede comparar con una máquina, por ejemplo, falta azúcar y se ve el frasco donde se guarda que está vacío. Ese ver es como que se prende el foco rojo del automóvil o el sentir hambre. Así se sabe en el hogar si falta azúcar, fósforos, etc., entonces si falta se compra, y ese comprar es satisfacer esa necesidad como ponerle aceite al carro o uno comer.

Sabemos que muchas cosas existen porque se manifiestan por nuestros sentidos; luego por nuestro cuerpo oímos, vemos, palpamos. Esas cosas que existen son materiales porque nuestro cuerpo es material, pero existen otras cosas que no percibimos como es el magnetismo de los imanes por ejemplo; sólo vemos su “color”, ni oímos su “sonido”; y aún pueden existir otras magnitudes más allá que el imán, pero no alcanzamos a comprender su existencia porque nuestro cuerpo está programado sólo para magnitudes limitadas.

Nuestro cuerpo es el medio de comunicación con el mundo, o sea es la unión entre el alma y el mundo; pero ya vimos, tiene su límite: vemos sólo 7 colores, oímos hasta cierta frecuencia, entonces es que pueden existir más cosas, más magnitudes que no conoce nuestra alma a causa de la limitación del cuerpo. Si no existiría el cuerpo no sentiríamos el mundo, no existiría el mundo, luego el alma nada percibiría, estaría pues muerta; tendría que irse a otro cuerpo para existir, como explico antes, u otro mundo, igual que un chofer sin automóvil cuyo mundo es correr en la carretera, ya no puede correr, ya no puede vivir, así se va a manejar una grúa, por ejemplo, y es otro mundo, otro cuerpo, Empero, aparte de que limita nos da libertad para percibir, conocer el mundo, así este también es limitado. Sólo pues conocemos de la Existencia lo que nos da el cuerpo, habrá pues más allá de lo que conocemos, esto es pues por la programación, como dije antes: un reloj a pilas que da la hora y la fecha, “no sabe” qué es año bisiesto porque no está programado para eso.

El cuerpo para vivir necesita alimentación, falta alguna vitamina o minera o calorías, falla su existencia; por ejemplo la vitamina B1 es necesaria y su falta desequilibra la vida del cuerpo que es medio de comunicación con el mundo, entonces pues, como explico en el subtítulo El Nerviosismo y la “muñequera”, un alcohólico que toma mucho y al día siguiente, como el alcohol mata esta vitamina, se desequilibra el cuerpo y le viene el delirium tremens (“muñequera”); el hombre está nervioso, en este estado es sensible, tiene miedo, parece que le van a atacar, está pues desequilibrado, y cuando está más “muñequeado” ya escucha y ve más allá, ya no este mundo que para eso es el cuerpo, no mira bien el mundo sino más allá; en el ruido del río escucha palabras, canciones, como si sería una radio prendida: ve visiones, cosas que no son: en vez de mirar un gato real mira una cabeza de mujer fea, etc. ¿No será esto que ya que el medio de comunicación con el mundo está malogrado y el espíritu del otro mundo o del más allá aprovecha para que haga mirar su existencia? ¿La puerta que controla la vitamina B1 para mirar el mundo está sin “guardián” y entran cosas de otro mundo o más allá?

También, cuando uno está enfermo, su cuerpo está desequilibrado para recibir el mundo real; luego tiene fiebre, escalofríos, o sea le viene calor y frío porque el cuerpo no controla una temperatura neutral, sino ese control está malogrado y la temperatura varía porque precisamente el cuerpo lo controla. En muchos casos el hombre enfermo percibe el mundo muy diferente que unas personas llaman a ese estado: “desmente” o “desmemoria”; el tiempo lo siente que se acelera y después se retarda, en 2 segundos por ejemplo, el tiempo pasa en 0.3 segundos y después a 6 segundos; su tiempo mental está pues desequilibrado: siente el enfermo cuando le hablan, que lo hacen lentamente y luego rapidísimamente, mira los movimientos del que lo atiende unas veces rápido y otras veces lentos respecto lo normal; es como otro mundo donde el tiempo es variable, ve que lo miran largo rato sin motivo, después rápidamente se van como corriendo.

A un niño de 10 años le amputaron el brazo izquierdo y aún así sentía que tenía su brazo ¿Cómo? Aunque no tenía ese miembro lo sentía porque estaba vivo su centro nervioso en el cerebro, entonces lo que se manifiesta no es perteneciente del cuerpo propiamente, sino del cerebro; este es el que hace vivir el mundo, luego así sería esta existencia:

Pero como ya no existía el brazo ya no habría mando sino este sería creado por el cerebro, entonces directamente del centro nervioso del cerebro pasaba al alma y así existía ese mundo. En el caso del automóvil como cuerpo, se explicaría así ese existir: el monoblock del carro estaría malogrado (no existiría), luego no se podía poner aceite, y el dispositivo que advertía el foquito rojo la falta de aceite junto con el mono block ya no existía, entonces no podía comunicar al foco para que se prenda o no dé luz; permanecería apagado, lo cual era que había aceite, que sería falso. El tablero de instrumentos del automóvil es el cerebro, vivía, también el foco rojo; y el chofer miraba su foco apagado, lo cual decía que había aceite y no había nada, igual que existía el brazo y no había. Con esto se comprende que puede vivir el cerebro sin cuerpo, el alma puede mirar, oír, etc. sin cuerpo sino con sus centros nerviosos. Al no existir el cuerpo (los sentidos), ya no existe el mundo, sin embargo existiendo el cerebro existía. ¿De dónde viene ese mundo? ¿Quién lo crea? Recordemos que cuando soñamos no vemos ni oímos el mundo sino lo que nos muestra el ensueño, y este viene, según las investigaciones, del subconsciente, o sea del pasado. La puerta que nos comunica al mundo está cerrada y abierta hacia el subconsciente, y como explico en mi libro anterior también al anteconsciente, que es ver el futuro, porque el hombre sin cuerpo es luego otro mundo, formado por el pasado y el futuro y aún el más allá, lo que nos hace comprender que la Existencia no sólo es este mundo sino más allá.

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