16. LO PROGRAMADO

Para comprender qué es la programación, vemos por ejemplo, los relojes de pulsera a pilas están programados por el hombre, también las computadoras, etc. Ahora, estos relojes marcan la hora y la fecha, pero no están programados para el año bisiesto, así llega el 28 de febrero y se pasan o saltan el 29 de febrero al 1 de marzo; este reloj pues como no está programado para esto, no “sabe” que es bisiesto, entonces también nosotros no sabemos muchas cosas de la Existencia porque no estamos programados para estas cosas: las otras dimensiones etc., sabemos que el tiempo es continuo y constante y siempre nos acompaña y no varía en velocidad respecto cada uno, pero ya vimos, Einstein comprobó que es relativo, que un día puede ser años; será que estamos programados para sentirlo continuo y constante y absoluto al tiempo, opero en el fondo, en el más allá que nosotros no comprendemos , puede ser que no es continuo ni constante, sino como en el espacio, que se puede retroceder y adelantar, ir al pasado e ir al futuro; y por eso existen los adivinos y también cosas como que en sueños han visto muchas personas el futuro, y también los perros que pueden ver el futuro, que el hombre no comprende porque ellos están programados para ver algo del futuro.

Es posible que los animales o algunos animales como el perro tengan un sexto sentido; ya vimos esto en el tiempo presente.

Nosotros miramos en la distancia. Por ejemplo, miramos a lo lejos explosionar un cohete en el cielo, o sea tenemos ese sentido de la vista y también los otros, oído, etc., empero, el animal es posible que tengan un sexto sentido que ha sido así programado por la naturaleza, por el espíritu de Dios. Para nosotros el tiempo es como digo antes, constante y continuo; tal vez para algunos animales sea como para nosotros es la dimensión del espacio, o sea esos animales ven el futuro hasta cierto punto nomás, no más allá, igual como el hombre no puede ver las galaxias. Hay casos de estos, por ejemplo, antes que haya un cataclismo los perros se volvieron locos y ladraban. También hay casos de hombres que ven algo del futuro, por eso existen ciertas personas dotadas de ese sexto sentido. Tal vez nosotros también tuvimos ese sentido igual que algunos animales, pero por alguna causa se atrofió, reemplazó nuestra inteligencia a ese sentido de animal porque ya no había necesidad; pero en algunas personas todavía persiste, empero en forma muy limitada; así por ejemplo la señora Virginia Mixseli, antes de la Segunda Guerra Mundial vivía en Francia. La mañana del 24 de agosto de 1939, despertó de un profundo sueño; había estado llorando tanto que su almohada estaba bañada en lágrimas; había soñado que por alguna causa desconocida subió apresurada las escaleras de su casa llena de ira, tocó con insistencia el timbre. Le abrió un hombre desconocido que mostraba en la cara culpabilidad y nerviosamente se frotaba las manos. Era bajo, cabellos oscuros y rizados, vestía ropa deportiva. Le invitó a la señora a pasar a la casa como si ella fuera a vivir ahí; la señora pensó: “¿Cómo se atreve a hacer así en mi propia casa?” Miró sus muebles y en lugar de tapiz verde y blanco del sofá y las sillas, vio que estaban cubiertas con sábanas, como si el dueño hubiera viajado, y en el centro de la habitación había un baúl. Despertó con horrendo presentimiento; ese día la señora Mixseli y su hijo David de 14 años iban a los Estados Unidos en el Normandía. Llegando a Estados Unidos se declaró la guerra y la señora no pudo regresar a Francia. Su hijo, en 1944 ingresó al ejército y al poco murió en la guerra. Terminada la guerra, la señora regresó a su tierra e hizo las gestiones para recuperar su departamento, pero se lo había apropiado un militar de Estados Unidos y no quería entregarlo, por lo cual eludía las visitas de la propietaria. Pero una vez concedió a la señora Mixseli una entrevista para que pueda ver su departamento. Al llegar a la casa, la señora repentinamente se sintió con cólera, tocó el timbre insistentemente. El hombre abrió la puerta, su cara mostraba culpabilidad, la señora recuerda esto. Pero lo que más le sorprendió era que el militar era el mismo que soñó hacía seis años, y vestía ropa de deporte, y se frotó las manos como en el sueño. Ella no pudo más y entró a la sala; ahí al ver sus muebles que eran de color verde y blanco, tantas veces habían sido lavados que estaban desteñidos y parecían cubiertos con sábanas blancas, y en medio de la habitación había un baúl. La señora casi se desmaya. De que había llorado tanto en el sueño era que su único hijo iba a morir. ¿Habríamos tenido alguna vez ese sentido que ahora está atrofiado?

Pensemos que el animal no conoce por ejemplo la electricidad, el magnetismo; así también el hombre no conoce otras magnitudes, otras dimensiones. ¿Acaso lo que conocemos es el máximo entendimiento, acaso no se descubren más cosas en el universo, en el mundo y la ciencia?

Una forma de demostrar que se puede ver el futuro, que existe el anteconsciente (algo atrofiado) como explico antes; la existencia en la vida es cuando se juntan el espectador con el mundo, o sea la manifestación, al manifestarse una cosa, eso es la Existencia, porque existiendo mundo que es manifestación hay camino entre el espíritu y el alma. Ahora, en el experimento de las campanas que explico antes, el momento en que el espectador B o alma siente el sonido de la campana T, es la existencia, la vida, o sea primero suena para este espectador la campana T y no la E como es en realidad. Pensemos, supongamos que no existe la luz sino sólo el sonido, o todos seamos ciegos, pero exista un hombre que no sea ciego; luego en el momento en que suena la campana E, el hombre ve que se mueve esta porque la velocidad de la luz es más rápida que el sonido, o sea, este espectador sabe que primero tocó la campana E porque tiene el sentido de la vista y existe la luz para él. Así también no habrá una magnitud que no conocemos, igual como los ciegos que describo no conocen la luz? una magnitud que existe que puede ver el futuro en la dimensión del tiempo? Entonces por nuestra programación no vemos el futuro.

Todo tiene su razón para existir y también tiene su objeto; o sea su por qué: razón y su por qué objeto; así por ejemplo, existen los pies porque existe el cuerpo y para caminar.

¿Por qué existen las cosas y los seres? Simplemente porque el espíritu existe, no existe la nada, y la Existencia tiene su principio que la razón, que es el por qué y esta es un pensamiento, luego existe porque existe Dios, y el para qué es el ser, es el alma:

Ahora por ejemplo, por qué los seres y las cosas cuando se alejan se ven chiquitos, relativamente se achican y eso es manifestación; así pues está programado, porque si no se achicarían (no se alejarían), estarían al alcance de nuestra manos, lo cual haría que la existencia sería en un solo sitio, entonces existen las dimensiones para que la existencia sea diversa y exista el alma.

Vimos antes, en el capítulo del Universo, que el movimiento es relativo. Ahora, supongamos que las dos masas se mueven, o sea se separan, tendríamos que poner un punto fijo C en el centro de las dos masas, y esto no existe, por tanto sólo se puede poner como referencia a cualquiera de las dos masas. También podemos decir que la Tierra no rota en su eje sino que se mueve el sol poniendo como base o referencia a la Tierra, así miramos que el sol se mueve, así sentimos.

Ahora, respecto las 2 masas de antes, si consideramos en estas masas que no exista la dimensión, la distancia, sino el tamaño de cada masa, al alejarse ambas masas no ocurre cambio de distancia sino simplemente cambio de tamaño de cada masa:

Así no existiría la dimensión del espacio, es relativo, y sí, existe que la masa puede cambiar de tamaño; es relativo pues.

Ya vimos, en el subtítulo Otros Mundos, que nuestra mano puede ser más grande que un hombre.

Esto es pues como en el caso del ómnibus que camina y vemos que las casas se mueven y como la Tierra rota y el sol se mueve, así se manifiesta (sentidos), pero sabemos (razón) que no es así. Primitivamente el hombre creía que el sol se movía, será porque no era necesario en ese tiempo que sepa que la Tierra era la que se movía y la evolución del pensamiento descubrió lo que comprendemos.

Luego pues, esto quiere decir que nuestra mente está programada para entender que una cosa cuando se aleja se ve chica.

Una máquina que tenga una pantalla como en televisión y un lente como nuestro ojo, al captar a un hombre lejos “vería” chico, luego para ella, la máquina, sería que el hombre se achica, y cuando se acerca el individuo, no es que se acerca sino que se agranda, así entiende, es cosa natural para ella, así está en su inconsciente, es un instinto. No existe para esa máquina la dimensión del espacio, la distancia, sino achicarse y crecer. (En la pantalla de la televisión no se alejan las imágenes, sólo se achican). Nosotros sabemos que no se achica sino que se aleja, como digo, porque estamos programados para así percibir y entender el mundo; pero es posible que en vez de esa programación sea esta otra: las cosas y los seres tienen la facultad de agrandarse y achicarse, entonces eso sería nuestro mundo; es el instinto el que hace el mundo, la manifestación. Habría que investigar en los animales que los ojos los tienen a los lados, entonces no ven la dimensión del espacio, que para ellos, especialmente casi todas las aves, su mundo sea sin dimensión de la distancia, sino que las cosas tengan la facultad de cambiar de tamaño.

Esto podemos comprobar: por la costumbre, que es hábito, el hombre cree una cosa o se habitúa a eso y eso existe para él; así uno se acostumbra a esa cosa y no puede deshacerse de eso, es hábito como el vicio de fumar, por ejemplo. Ahora, los instintos ya nacen con uno, son como “costumbres natas”: el instinto que tenemos de saber que las cosas cuando se alejan se ven chicas es cosa natural, domina nuestro cuerpo, nuestra programación a nuestro pensamiento (alma), y no podemos concebir que las cosas se achiquen sino que se alejan, estamos acostumbrados de nacimiento.

Así como los miopes no ven las cosas lejanas y más bien miran muy de cerca como microscopios, ¿no habrán animales, no insectos, que miren los microbios, y otros que vean a Saturno o una mosca a la distancia de un kilómetro?

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