Prólogo

El hombre no es feliz porque vive temiendo el mal, temiendo al demonio, aún temiendo a Dios; vive en la duda porque no conoce completamente como es la Existencia, de las cosas y de los entes. En este libro trato de explicar lo que es y lo que hace el misterio y la duda, y así conduzco al lector a encontrarlos.

Para comprender y creer no sólo es necesario tener sentidos (tener cuerpo), sino tener razonamiento (tener inteligencia-espíritu); porque sólo los animales creen y comprenden por los sentidos, no pueden discernir el bien y el mal, por eso este es un delincuente de naturaleza; luego pues para comprender mis escritos y su filosofía sólo entiende el que tiene razonamiento.

Como en mi anterior libro, en este texto hay pensamientos tan profundos y aún más que en el primero, que puede alterar la mente del hombre (como me pasó de joven al ocurrírseme aquellos), aún hasta la locura a causa del miedo que produce el razonamiento de las cosas: por eso advierto que si le viene ese miedo al lector, deje de leerlo y se dedique a cosas de buen humor, chistes, etc. para continuar después leyendo.

Al hombre que no comprende estos razonamientos no le afecta ese miedo precisamente porque no los comprende, más al que entiende lo que escribo puede afectarle en su mente dada la profundidad de unos pensamientos. Por eso recomiendo que si siente esa emoción se distraiga en cosas de buen humor, diversiones, etc.

También puede encontrar en este libro algunas pautas para descubrir otras cosas que no están aún al alcance del conocimiento general.

El autor